¡Hola a todos!
En este caso os traigo una experiencia que me ha parecido muy interesante, espero que a vosotros también os guste.
Con esta entrada quiero que os deis cuenta de que la expresión plástica se puede utilizar para complementar otros aprendizajes.
Este fin de semana estoy realizando un curso de educación emocional, por si alguno no sabéis qué es, dicho de forma breve, es el conocimiento y gestión de las emociones, tanto propias como de los demás. Esta tarde una de las dinámicas ha implicado el dibujo. La actividad consistió en lo siguiente: Estábamos estudiando las diferentes emociones y las profesoras nos pusieron una música muy alegre con la que a todos nos daban ganas de bailar y nos dijeron que teníamos que realizar un dibujo abstracto sobre una emoción diferente a la que nos transmitiera la música. Aquí comenzó la dificultad. Había que separar la emoción que nos estaba transmitiendo la música de la emoción que queríamos plasmar en nuestro dibujo.
El dibujo que realicé es este:
Figura 1 |
En este dibujo intenté plasmar la ira, ya que para mí es una emoción bastante diferente a la alegría.
Después de realizar los dibujos realizamos la segunda parte de la actividad, que me pareció aún más interesante. Las profesoras recogieron todos nuestros dibujos y nos dieron uno diferente al nuestro. Teníamos que decir qué emoción nos transmitía ese dibujo y no acertó casi nadie. Es curioso como uno mismo plasma una emoción en una obra y puede provocarle algo totalmente diferente a cada espectador. Como anécdota comentar que a mi obra le atribuyeron la emoción alegría.
Me ha gustado mucho esta experiencia ya que he comprobado que se puede aplicar la expresión plástica a otros aprendizajes fomentando así una educación interdisciplinar.
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