viernes, 22 de febrero de 2019

¿Por qué dejamos de dibujar?

¡Hola a todos!

En este caso os muestro las etapas gráfico-plásticas del niño y una reflexión sobre por qué dejamos de dibujar.


La función de la Expresión Plástica en el sistema educativo no consiste en la formación de artistas. Se debe conseguir que los alumnos sean capaces de expresar sus pensamientos por medio del dibujo, así como desarrollar su creatividad. Es mucho más importante que los alumnos sean capaces de hacer esto, ya que el porcentaje de alumnos que van a ser artistas tras las clases de la escuela es muy bajo, para ello acuden a academias especializadas.

¿Cuántos de nosotros hemos pensado que somos malos en esta asignatura porque no dibujamos bien? Dibujar bien o mal es muy relativo, todos nosotros hemos escuchado la oración “la belleza está en los ojos del que mira”, y seguro que no nos hemos parado a pensar en la profundidad de su significado. No es tan importante lo fiel que sea a la realidad la obra si no la expresividad que transmite, es decir, qué quiere transmitir quién la ha hecho.

Ante una misma obra, podemos encontrar versiones opuestas, ya que la belleza de los objetos está en la mente de quien los observa y no en los propios objetos. A algunos nos puede parecer una obra maravillosa y otras personas pueden pensar que no les gusta nada. Lo importante es lo que nos transmite la obra, qué despierta en nosotros al observarla.

Una vez hecha esta reflexión, paso a comentar el arte infantil.

Se caracteriza por:

- Es el lenguaje de su pensamiento, los niños dibujan sus ideas.

- La estética de los adultos: no podemos valorar los dibujos con nuestra mentalidad ni compararlos con ella. Por ello, no podemos decirles que no les sale bien, porque ellos se están expresando desde su mentalidad.

- El proceso creador: hay que potenciarlo. Tiene que ver con la formación personal en creatividad y emprendimiento. 

- Comprender las diversas etapas (estadios): Son etapas graduales, todos los niños pasan por todas las etapas, hasta que no superan una, no pasan a la siguiente.

- Madurando en sus aspectos físico, intelectual y afectivo: El desarrollo de las etapas se demuestra a través de la madurez en estos tres aspectos.

Paso a comentar los diferentes etapas y sus características más importantes:

La primera etapa es la etapa del garabateo, que comprende de los 2 a los 4 años. Esta etapa se divide a su vez en garabato sin control, donde el niño dibuja sin mirar al papel, garabato controlado, donde el niño descubre que el ojo guía la mano, y garabato con nombre, donde el niño desarrolla el pensamiento imaginativo.

La segunda etapa es la etapa preesquemática, que comprende de los 4 a los 7 años. En esta etapa aparece el renacuajo. Se dibuja a él mismo y a sus seres queridos como un gran círculo con los elementos importantes del cuerpo, como pueden ser los ojos. Si no tiene por ejemplo orejas no pasa nada, porque no le da importancia a las orejas. Dependiendo de los elementos y detalles que le añada nos da pautas de maduración, si le dibuja más elementos es más consciente y si le dibuja menos elementos es menos consciente. También desaparecen los garabatos, y aparece el egocentrismo. No existe orden en el espacio, no tiene codificaciones ni connotaciones culturales, puede dibujar en cualquier parte del papel, no tiene por qué ser lineal como en nuestra lengua o hacia abajo como en otras lenguas. Dibuja no lo que ve sino lo que sabe, crea conscientemente la forma, y el color no tiene relación con la realidad.

La tercera etapa es la etapa esquemática, que comprende de los 7 a los 9 años. Es una etapa psicológica del nosotros y de la acción. Aparece la línea base y del cielo, trabaja con su propio esquema y su conocimiento, el esquema es repetido (flexible). No hay que tintarlo de negativo ya que está creando su modelo, tiene esa forma de dibujar la figura humana y la repite. Se dibuja en hilera, establece relaciones entre color y objeto, y se representa el espacio-tiempo.

La cuarta etapa es la etapa realista, que comprende de los 9 a los 11 años. En esta etapa adquiere conciencia de pertenecer a un grupo, la pandilla. Objetiviza las formas, comienza a desaparecer la línea base, descubre la superposición, obsesión por la representación del movimiento y adquiere sentido de los detalles.

La quinta etapa es la etapa pseudonaturalista, que comprende de los 11 a los 13 años. En esta etapa comienza a percibirse la crisis de la adolescencia, se pasa de una actividad espontánea a la razonada, expresa las tres dimensiones, tiende a la caricatura, proyecta su personalidad en los dibujos de la figura humana, se vuelve consciente de su trabajo, es autocrítico. También centra su atención en el producto final y tiene un gran sentido intuitivo del color y del diseño.

La sexta etapa es el período de la decisión, que abarca de los 13 a los 17 años. En esta etapa se perfilan los dos tipos de expresión artística: Por un lado, los niños de mentalidad emocional o subjetiva, que expresan sus emociones y sentimientos. Sus dibujos no forman un todo homogéneo, todo está en función de su yo, y tienen tendencia a las exageraciones. Por otro lado, los niños de mentalidad visual u objetiva, que piensan en términos de imágenes visuales. Ven primero el conjunto como un todo, y se relacionan con el medio a través de los ojos.

En relación con esto se me ocurre comentar una pregunta formulada por el profesor uno de los primeros días de clase: ¿Por qué dejamos de dibujar?

Yo creo que bastante culpa la tiene el sistema educativo, ya que cuando los niños son pequeños, se les deja una gran libertad para dibujar y expresarse de esta manera, y a medida que van creciendo y van desarrollando el lenguaje y la escritura, se les va dejando menos tiempo para dibujar. Esto es porque el sistema educativo da más importancia a asignaturas relacionadas con las ciencias que a la educación artística. En las escuelas, la mayor parte del tiempo se centra en el aprendizaje de la lectura, la escritura o las matemáticas, y el dibujo se plantea como algo complementario como por ejemplo tiempo libre para dibujar al terminar las tareas.

En educación infantil, recuerdo hacer dibujos a diario en clase y llevarlos a casa para que los pudieran ver nuestros familiares, y muchos de estos dibujos aún los conservamos con gran cariño. En educación primaria, sobre todo en cursos más superiores, recuerdo llevar a casa redacciones que hacíamos en clase o exámenes de matemáticas, lengua o conocimiento del medio en los que teníamos muy buena nota. Bien es cierto que teníamos la asignatura de plástica, pero allí realizábamos las actividades que nos proponían los maestros y realmente no nos dejaban tiempo para dibujar libremente y expresarnos como cuando éramos más pequeños. En la educación secundaria y bachillerato, la educación artística tenía menos importancia aún, y no porque nosotros no se la diéramos, si no por el propio sistema educativo como ya he mencionado.

Por ello, pienso que una de las razones por las que dejamos de dibujar puede ser esta. El sistema educativo ejerce una gran influencia en nuestro desarrollo, y si ellos no le dan importancia a la expresión artística, inconscientemente tampoco se la vamos a dar nosotros. El sistema educativo valora más el aprendizaje de otras asignaturas como las de ciencias y por ello, la educación artística queda infravalorada. De manera indirecta nos educan hacia estudios científicos o económicos y no hacia estudios artísticos, por lo que en el día a día, la mayoría de los adultos realiza una operación o escribe algo pero no realiza un dibujo.


Referencias:

Maíllo, F. (Sin fecha). Etapas gráfico-plásticas del niño. [Presentación archivo pdf]. Recuperado de: https://moodle2.usal.es/pluginfile.php/1210627/mod_resource/content/1/02%2001%20Etapas%20gr%C3%A1fico%20pl%C3%A1sticas%20del%20ni%C3%B1o.pdf

Los contenidos teóricos están extraídos de la presentación Florencio Maíllo Cascón y de sus explicaciones teóricas en la clase del día jueves 14 de febrero de 2019.

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